En esta ocasión vamos a hacer una autoevaluación y enumerar algunas situaciones difíciles que solo aquellos que no tienen una mente ansiosa son capaces de afrontar sin dificultades.
Los seres de mente turbulenta necesitamos un poco más de tiempo para hacer frente a estas circunstancias. Por supuesto que somos inteligentes (incluso demasiado), pero vivimos tanto en el mañana que el hoy se convierte en un inmenso infinito.
A continuación citaremos 15 situaciones que solo entenderán quienes viven con ansiedad. Vamos allá:
1 – Perfeccionismo
No puedes admitir que has hecho algo increíble. Siempre cree que le faltó algo o que podría haberlo hecho mejor. ¿controlar?
2 – Reciprocidad
Hay gente a la que no le gustas, pero ¿por qué? ¿que hice?”. Aceptar que no todo es recíproco es una gran dificultad. Seguimos buscando nuestras fallas y tratando de entender lo que hicimos mal.
3 – Preocupación
La frase “no te preocupes por eso” está literalmente fuera de tu vocabulario. “¿Cómo no voy a preocuparme? ¡Me preocupo por todo!”
4 – Cumplidos
Lidiar con cumplidos es muy difícil para quienes tienen ansiedad. Cada vez que recibimos uno, seguimos mirando hacia la nada, preguntándonos “¿soy yo todo eso?”. En el fondo, incluso podemos saber que somos increíbles, pero la mayoría de las veces es difícil aceptar eso en el buen sentido. Tendemos a menospreciarnos y no ver nuestros valores.
5 – Piensa
Pensamos demasiado. Para algunos esto puede parecer bueno, pero para nosotros es un martirio. No podíamos dejar de pensar. Pensamos en todo. Pensamos en cosas que no deberíamos ni pensar, como el IPVA que se pagará el próximo año y no sé si tendré dinero hasta entonces. Pensamos todo el tiempo y en cosas que, la mayoría de las veces, no deberían quitarnos la paz.
6 – Aceptación
Cuando actúas mal, no puedes aceptarlo y meditar sobre ello durante días, horas o semanas. Solo pensar que podrías haberlo hecho de otra manera para que pudiera haber funcionado. Aceptar que cometiste un error es difícil, porque deberías haber estado pensando en los riesgos: “¿Cómo podría dejar pasar esto?”.
7 – Crítica
Es muy difícil para una persona ansiosa lidiar con las críticas, incluso las constructivas. Debido a la baja autoestima, creemos que todas las críticas se hacen para hacernos daño. Aprender a aceptar las críticas es una dura lección para una persona ansiosa.
8 – Imaginación
Dime, ¿qué persona ansiosa nunca ha pasado horas y horas cavilando sobre conversaciones o imaginando cómo mantener un diálogo? O, ¿dime qué persona ansiosa nunca creó conversaciones que probablemente nunca sucedan? La imaginación de una persona ansiosa es bastante independiente. Somos tan creativos que cuando no tenemos problemas, creamos.
9 – Sentencias
Así como una persona ansiosa tiene miedo de los juicios, también odia juzgar, sin embargo, se juzga a sí mismo todo el tiempo. Pasa la mitad del día condenándote a ti mismo por cosas frívolas. Juzgar a los demás puede ser fácil, pero para nosotros es muy difícil, después de todo conocemos nuestros demonios y tratamos de no señalar los pecados de los demás.
10 – Futuro
¿Qué tipo de ansioso no vive en el futuro? Allí viven más tiempo que en la actualidad. El futuro es siempre un misterio que la persona ansiosa trata, a toda costa, de desentrañar.
11 – Demostrar
Difícilmente una persona ansiosa se abre completamente a otra persona. La mayoría de las veces escondemos nuestros miedos, nuestras crisis para no asustar a quienes nos conocen (o deberían saber). Por miedo a los juicios o posibles frustraciones, escondemos algunos proyectos o planes por miedo a que no funcionen y acaben siendo el hazmerreír. Incluso en el amor tenemos esta enorme dificultad para involucrarnos, porque somos un universo lleno de problemas que sería prácticamente imposible que alguien más se interesara. O somos demasiado buenos el uno para el otro y él deja que sea interesante.
12 – Colección
! UNO DE LOS PRINCIPALES ! Todos los cargos ansiosos. La carga es tan grande que genera toda esta ansiedad. Lo curioso es que nos cargamos tanto hasta el punto de volvernos locos y flipar. Recargarse es bueno cuando se lleva a cabo de manera saludable, pero, nosotros ansiosos, no conocemos la palabra intermedia.
13 – Procrastinación
Estamos tan atrapados en el futuro que nos resulta difícil hacer las cosas en el ahora. Procrastinar es un hábito constante de los ansiosos. Por mucho que no tenga sentido, ya que nos cobramos tanto, y acabamos dejando todo para última hora.
14 – Dormir
Dormir parece una tarea fácil para quien no tiene ansiedad, pero para una persona ansiosa es uno de los momentos más delicados y complicados del día. La mente no se apaga por nada y parece que recién a la hora de dormir se va el sueño. Creamos mucha paranoia dentro de nuestra cabeza. ¡No es fácil!
15 – Socializar
La mayoría de las personas ansiosas son demasiado flojas para socializar. Preferimos quedarnos en casa viendo una película, leyendo un libro o comiendo comida chatarra que tener que salir y hacer nuevos contactos. Ya hemos creado todo el guión de lo agotador que será ir a una fiesta o evento, aunque sea rodeado de amigos. Conseguimos sentirnos solos incluso cuando estamos rodeados de gente. Casi nadie tiene temas que nos interesen y agraden. Terminamos creando una falsa realidad, porque tal vez la noche podría haber sido muy buena.
Entonces, ¿te has identificado con alguna de estas 15 realidades de la vida ansiosa?
Confía en mí, no hay nada malo contigo. Es solo tu mente la que trabaja demasiado. La ansiedad es fundamental para cualquier ser humano, siempre y cuando se controle y aquí aprenderemos a afrontar todos estos problemas juntos.